homenaje al Séptimo Arte en su relación con el flamenco, otorgando el
Castillete de Oro, máximo galardón del certamen unionense fuera de concurso, al
director de cine José Juan Bigas Luna, por “su ingente obra cinematográfica,
embajadora y difusora de las bondades de la cultura española y, con ella, del
arte flamenco”.
El director
catalán, que ha recibido el Castillete de manos del Presidente de la Comisión
Ejecutiva de la Fundación Cante de las Minas y alcalde de La Unión, Francisco
Bernabé, ha querido dedicarlo al cantaor Miguel Poveda, pues según ha
reconocido, “Poveda me ha hecho llegar a la esencia del cante” y, además, “me
hizo llorar mientras cantaba, cuando yo apenas lloro, aunque con el cante me
ocurre”
En este sentido,
Bigas Luna ha explicado que la primera vez que esto le ocurrió fue con el
mítico Camarón de la Isla, a quien conoció durante los preparativos de los
Juegos Olímpicos de Barcelona 92, y con quien no tenía relación alguna “hasta
que, de repente, Camarón se arrancó a cantar un martinete, y me hizo llorar,
tras lo cual, y sin mediar palabra, nos fundimos en un abrazo”.
“El cante que
tenemos hay que promocionarlo porque es algo maravilloso”, ha sentenciado.
Francisco Bernabé ha afirmado que “la de hoy ha sido la segunda ocasión, en los
largos 52 años de historia del Festival, en la que se premia a un director de
cine por su labor de difusión de la cultura española y del flamenco, tras recibirlo
Carlos Saura en el año 2010”.
obra de Bigas Luna es un canto a lo ibérico, a lo español, ya que todas sus
creaciones reflejan la idiosincrasia española, y también la música que suena en
ellas”, razón por la que no ha dudado en dirigirse al director para decirle “te
lo has ganado, porque
llevas por todo el mundo el buen nombre de España”.
del Piñón ha acogido la conferencia titulada “Los orígenes del flamenco en el
cine español”, a cargo del catedrático de Historia del Cine de la Universidad
de Murcia, Joaquín Cánovas, en la que se ha hecho un breve recorrido por
algunos de los documentos cinematográficos más antiguos y valiosos por su
contribución al conocimiento de nuestro flamenco.
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| Joaquín Cánovas explicando los orígenes del flamenco en el cine. |
Fragmentos de
películas como la francesa “El Dorado” (1920), que fue filmada en Granada, “La
verbena de la paloma” (1935), de Benito Perojo, o “Duende, misterio del
flamenco” (1952), de Edgard Neville, se han mostrado en formato audiovisual,
mostrando al público infinidad de imágenes, decorados, vestuarios, cantes y
bailes que, sin duda, han contribuido a que conozcamos nuestro patrimonio
flamenco.
“hay un catálogo de más de 400 películas de esas primeras épocas que
constituyen verdaderos documentos sobre el flamenco, un corpus de obra que
permitiría valorar el enorme legado patrimonial que el cine ha dejado en
relación a esteámbito, y que constituye un capítulo abierto para los estudiosos
del tema”.