sevillano enamoró al público del Festival Internacional del Cante de las Minas
con su último trabajo “La Memoria de los Sentidos”
agosto. Volvía
el Bordón Minero de 1988 a la Catedral que lo consagró, al sitio que lo bautizó
como maestro de las cuerdas, volvía al Antiguo Mercado Público que deseaba ver
a uno de sus mucho hijos marcados por el éxito y el duende que han pisado sus
tablas.
Vicente Amigo no defraudó con su último disco que
interpretó en las tablas de La Unión. Amigo ha vuelto a las raíces. Al flamenco que pertenece, al
terreno mítico del que surge su arte, ese que con tanta maestría y en tantas
ocasiones le ha dado argumentos y éxito y con el que mejor se defiende con su
inseparable guitarra.
disco su toque especiado pero no desmerecieron el espectáculo que Vicente Amigo
presentó en el Antiguo Mercado Público con unos asistentes que abarrotaron el patio
de butacas para ser cómplices de una experiencia única entre ellos y el maestro
de Guadalcanal. El guitarrista dejó impactados a los puristas del flamenco con
temas jondos de la “Memoria de los Sentidos” y atrajo a los nostálgicos a la
causa del guitarrista con algunos de los grandes temas de repertorio de un
artista que lleva 30 años en lo más alto del panorama internacional, justo el
tiempo que pisó, tocó y triunfó en las mismas tablas, en el mismo sitio y en la
misma ciudad que lo hizo por primera vez.
donde ese juego de niños empezó a ser algo más serio” un solo de guitarra de la
Callada de la Luna que puso en situación al público unionense que abarrotó
hasta la bandera un Antiguo Mercado Público que se quedó pequeño para recibir
al genio de las seis cuerdas.
A golpe solamente de la
guitarra, percusión y las palmas, Amigo recita con sus cuerdas; la voz se
incorpora después para subir la tensión del recital. Sin aditivos
instrumentales, la guitarra siempre al mando, el tocaor sevillano criado
en Córdoba intercala temas instrumentales con unas bulerías rematadas con baile
o el cante dedicado a Morante en Cuatro Lunas.
Con el final de su nuevo trabajo, la gente puesta en pie pidió al
sevillano que saliera de nuevo a las tablas. El guitarrista no tuvo más remedio
que aceptar la petición del público. Con cada requiebro final, el Antiguo
Mercado Público se entregaba más y más hasta que Amigo tiró de clásicos.
Requiem y Roma hicieron que el maestro de la guitarra sentará cátedra en la
Catedral del Cante en una noche inolvidable.